Intenta perdonar, o ser agradecido, tal vez: ser generoso, o amable y cordial; intenta ayudar o ser solidario; ofrece y comparte un beso o un abrazo, comparte un poco más con tus seres queridos, acércate a una persona que necesite consuelo o apoyo.
Póntelo como tarea cada semana, y porqué no.... cada día. Puedes romper las agujas del reloj, pero no puedes detener el tiempo. El tiempo que perdiste en tonterías, ya se quedó perdido, pero no se ha perdido la esperanza de iniciar, mañana, un "nuevo ciclo" con propósitos de renovación personal. Tu vida avanzará al ritmo constante del tiempo; pero los buenos o malos resultados de tus vivencias dependerán de ti. Proponte metas objetivas y nobles a partir de HOY y decide aprovechar cada día, para que los marques con el símbolo de tu excelencia.
Si te asusta el fantasma de la derrota sufrida, o si te acorrala el complejo de inferioridad y quieres salir de la cárcel de la mediocridad en la que te ha recluido tu pesimismo, antes de acostarte, borra de tu mente, anula y evita esos pensamientos derrotistas, reemplázalos con la convicción de que puedes hacer más y mejor. Actúa convencido de que si trabajas con mayor confianza en ti mismo, lograrás lo que te propones. ¡No lo dudes!
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