Las personas que se preocupan continuamente por cada detalle de su vida, son como un paciente en un hospital psiquiátrico: mantienen el oído pegado a la pared.
“Qué estás haciendo�?preguntó con curiosidad uno de los presentes... “Shhhh�? susurró la mujer, haciéndole señas para que fuera con ella a la pared. La señora puso su oído contra la pared y permaneció allí un rato intentando escuchar. “No escucho nada�? dijo. “No�? contestó la paciente con fastidio. “¡Ha sido así todo el día!�?
Algunas personas se preocupan por lo que puedan decir.
Otras por lo que no dicen.
Otras por lo que pueda pasar.
Otras por lo que todavía no ha sucedido y ya debía haber pasado.
Unas por su futuro, mientras otras se atormentan por el pasado.
Hemos sido creados para tener vida abundante en nuestras mentes, cuerpos y espíritu.
Igual que las flores, nacimos para florecer, no para marchitarnos en la rama.