Dentro de este desespero
de porque te quiero muero,
mi mente se desvanece
sabiendo que no merece,
la dicha de poseerte
hasta el final de mi muerte.

Tú le das vida a mi vida,
luz a mi alma oscurecida
que entre tinieblas andando
la vida se va pasando.

No me asusta la pobreza
si tú eres mi gran riqueza.
No me importa y nada quiero
si a tu lado feliz muero
sabiendo que te he ofrecido
lo que tú más has querido:
una vida con amor,
una vida con dolor
de tanto querer vivir
sin hacerte yo sufrir.

Dios mío llévame al Cielo
que aquí no encuentro consuelo;
si no ha de cambiar mi suerte
envía hacia mí la muerte,
despógame de este mundo
que temo que en él me hundo.

Llévame cerca a tu lado,
aléjame del pecado,
dame tu Gloria Divina
que mi alma hacia ti camina.

Dale a mi cuerpo el descanso
que de esta vida me canso.
No quiero más sufrimientos,
no quiero ya más tormentos,
sólo quiero allça en la altura
deleitarme en la hermosura
de lo Divino y Eterno.
libérame del infierno,
del mundo con su maldad,
de la odiosa vanidad,
de la carne en su lujuria
que hieren con tanta furia,
de la envidia, del deseo
de poseer lo que veo.

Quítame de mi memoria
el tener riqueza y gloria,
todo pensamiento vano
que me pueda hacer mundano.

Libera a mi alma perdida,
que va errante por la vida
sin encontrar el camino
del verdadero destino.

Separa el cuerpo del alma,
para que aumente mi calma,
el cuerpo en la sepultura,
y el alma arriba en la altura
alejada del averno,
junto a tu descanso Eterno

Un besico, Carlos Muete