que eras tu jesus.
lo demas no importaba,
El galopar de los jinetes
era estremecedor
para conquistar a los valientes,
pero enmedio de la batalla
tu presencia Santa los hizo huir,
tu abrazo conquisto mi alma,
y me llevaste a la roca elevada.
Llego la noche,
el silencio es el principe de la oscuridad,
pero Cristo es el rey de mi corazon.