EL CEMENTERIO DE LOS OLVIDADOS Escrito por: Dr. Jose luis Gonzalez Miami Florida, USA “Aunque me has hecho ver muchas desgracias y aflicciones, me harás vivir de nuevo; me levantarás de lo profundo de la tierra, aumentarás mi grandeza y volveras a consolarme�?/FONT> <o:p> </o:p> (Salmo 71: 20-21 ) DHH ¡Dios Santo! ¡Esta palabra me ha hecho abrir los ojos del espÃritu! Mi corazón ya casi muerto, ya seco por las aflicciones, ha latido nuevamente, al recibir una promesa que ha traspasado todas las capas de la tierra, que me tenÃan sepultado en el fondo de la angustia. DÃa a dÃa sobre mi ser, caÃan las paladas de tierra encima de mi sepultura y mi sol se apagaba lentamente; dÃa a dÃa observaba tus promesas, mis pasos no lograban ningun progreso y nuevamente las tinieblas de indignación me cubrian en el cementerio del olvido. ¡Amado Dios!, gracias por tu gran amor, gracias por tu poder, gracias por tu sabidurÃa, y por enviar tu oportuno socorro a todos tus hijos que han vivido esta experiencia, que se han sentido en una tumba, en la muerte frÃa del sufrimiento, en el ataud de la desolación, de la miseria y en el cementerio de los olvidados. Amado Dios, gracias porque has visitado ese lugar para rescatarnos, para hacernos nacer de nuevo, para darnos vida nuevamente y para engrandecernos en el mundo de los vivientes. Gracias amado Dios, porque ahora veré la vida distinta, porque luego de tanto sufrimiento veré tu mano restauradora, donde tú únicamente serás mi salvador, donde veré tu poder no solamente como un consolador, sino tambien como mi ayudador, ya no veré tus promesas como algo lejano, sino que seré un testigo del cumplimiento de ellas; ya no recibiré de aquellos dÃas que me oscurecian la vida bajo tierra, sino que recibiré los dias soleados; ya no recibiré mas paladas de tierra, sino que recibiré de tu mano extendida, las provisiones celestiales y tus misericordias cada mañana. Reflexion escrita por
Las reflexiones de Jose Luis G.(Md.& Dr.), son originales, con derechos reservados y autoriza al pueblo de Dios para compartirlas, y colaborar en el engrandecimiento del Reino de Jesucristo. |