LOS ELIAS DE ESTOS DIAS (Y su clamor desesperado) Escrito por : Dr. Jose Luis Gonzalez Miami-Florida, USA “Entonces él miró, y he aquí a su cabecera una torta cocida sobre las ascuas, y una vasija de agua; y comió y bebió, y volvió a dormirse. Y volviendo el ángel de Jehová la segunda vez, lo tocó, diciendo: Levántate y come, porque largo camino te resta�?/FONT> (1ª.Reyes 19:6-7) Se nos describe en la Santa Palabra de Dios, la condición física y espiritual del profeta Elías, un hombre que había ofrecido su vida para el trabajo celestial en la tierra; un varon al cual, los conflictos anteriores no habían logrado desanimarlo como se encuentra en el nivel del presente relato: -Desea la muerte -Siente que no vale nada -Piensa que su trabajo para Dios, ha sido una pérdida de tiempo -Duda de su ministerio -Haber presenciado muchos milagros a favor de otros, no ha dejado nada a favor de él -En la soledad, le invade la duda, y piensa que su vida ha sido un fracaso. -Su identidad se ve disipada. Dios, quien sabe la situación de cada uno de sus hijos, y conoce el estado de cada una de nuestras células, también tiene cuidado de su profeta, de su siervo, y no lo dejará morir y en desamparo. Dios sabe que Elías necesita aliento del cielo, que su cuerpo está debilitado, que sus defensas se han esfumado, que su sistema inmunológico se vino hacia abajo, conoce su presión arterial, el nivel del colesterol y del azucar. Dios sabe que su profeta está en serias dificultades, porque si Elías fué asitido por un ángel de Dios, es porque tenía una debilidad de la cual nadie en esta tierra podría ponerlo en accion nuevamente. El caso era tan grave, que Elías oberva que es un ángel quien le dá de comer la primera vez, pero eso parece no importarle, no le emociona ni le impresiona para nada, él ha sido un siervo, un principe guerrero fiel y lo que menos desearía, es ver a un angel, mucho menos, que venga a darle un plato de comida, porque lo que él desea, es ver que Dios lo aprueba, y que le levante ante los hombres, mostrándole su apoyo, por esa razon, decide dormirse nuevamente. En ese momento, el ángel esta en aprietos, porque Elías no responde ante su presencia, y parece que la comida en lugar de darle vigor, lo que le produjo fue un profundo sueño. Me imagino al angel, comunicandose con Dios y pidiendo instrucciones, e inmediantamente se le dice que lo despierte y que además lo toque, luego lo invita a comer y le da las instrucciones de proseguir su camino en el cumpliento de la misión. Elias obedeció, y con esa comida del cielo, su organismo fué revitalizado en todos los aspectos, y el toque del angel nuevamente levantó su espíritu. En estos dias finales de la era de la Iglesia, Dios ha levantado a un grupo de siervos con el espíritu de Elías, siervos que han consagrado su vida para Dios, que han dejado comodidades, tierras y riquezas para servirle, siervos que han visto una enorme cantidad de milagros en naciones enteras y en personas específicas; siervos que se han derramado para Dios y tambien ministrando a diversas personas; siervos que estan viviendo con grandes momentos de oración y ayuno; siervos perseguidos y traicionados por los amigos; siervos que muestran en sus rostros una paz inexplicable, pero solamente Dios sabe, y nadie más, que sufren hambre, que al igual que Elías, sus organismos están debilitados, nadie los vé cuando estan en sus casas y cuando se sientan un momento en el sofá, se quedan dormidos por estar mal alimentados, no tienen que comer, muchos de ellos estan muy enfermos, pero continúan ministrando, la gente se acerca a ellos, para pedirles oraciones, reciben el milagro y no les dan ni para que compren una tortilla. Esos son los Elías de este tiempo, siervos de Dios que estan a punto de desfallecer, con grandes amenazas, muchos de ellos con grandes deudas, deprimidos, entristecidos y hasta con deseos de morir. Sobre ellos, la gente ha puesto una corona, pero no saben que están en camino de la huida, de la escapada, en busca de un enebro en el desierto, en donde dormirse, en donde no impresiona un ángel, por que son siervos que han servido a Dios con todo su ser, siervos que esperan que Dios les confirme su fe, que les consolide su confianza, porque ya dieron todo lo que tenían, y ahora esperan de Dios, el cumplimiento de sus promesas, antes que la muerte cante victoria sobre ellos, o que el mundo traicionero se burle y los deje estampados como un fracaso más. Es la una de la madrugada, y todo mi ser estremecido ante la angustia de los Elias de este tiempo, se postra ante Dios, para interceder por ellos, para pedirle a Dios, que les visite, que los levante, que obre milagros a favor de ellos, que los sane y que los prospere. Reflexion escrita por
Las reflexiones de Jose Luis G.(Md.& Dr.), son originales, con derechos reservados y autoriza al pueblo de Dios para compartirlas, y colaborar en el engrandecimiento del Reino de Jesucristo. |