En los valles nacieron los lirios,
en los campos se vieron las rosas,
las aves entonaron sus melodias,
el verde cubrio a las hojas de los arboles,
la brisa refresco sus ramas
y las aguas subterraneas visitaron sus raices.
Los rios recorrieron su camino,
los sedientos tomaron de su fuente,
las piedras fueron refrescadas
y los peces se llenaron de jubilo.
Las nubes cubrieron el cielo,
marcharon en fila
hacia el oeste,
el mar saludo
con su imponente presencia
y las olas sustentaron a la tierra.
La mano de Dios
salio desde su trono,
me cubrio con el vestido de los lirios,
me dio agua de su rio
y refresco mi alma.
Todo llego a tiempo,
Dios cuido de mi,
aun desde antes
sus aguas subterraneas
me sostuvieron,
y ahora,
con su amor y sus brazos,
Dios me consolo,
jamas me abandono,
porque...
Dios llego a tiempo