UN BOSQUE PETRIFICADO EN PATAGONIA
Fotos Andrés Manrique; poema Esteban Ierardo
A 156 Kms. de Comodoro Rivadavia, por la Ruta Provincial Nro. 26 se halla la ciudad de Sarmiento, en la Patagonia argentina. A través de un buen camino de ripio, y luego de 30 kms. de marcha, se llega a la Reserva Provincial Bosque Petrificado José Ormaechea.<O:P> </O:P> Ni bien entramos al parque nos hallamos ante un paisaje de semblanza lunar. Con troncos petrificados que surjen de la tierra producto de la erosión eólica. Una primera visión conmovedora. Aunque resulte dificil imaginar, hace 65.000.000 años, los trozos de piedra inerte fueron árboles; parte de un bosque henchido de fertilidad.<O:P> </O:P> Cenizas volcánicas y otros minerales mutaron la estructura molecular de los troncos a lo largo de millones de años.<O:P> </O:P> El suelo se encuentra abarrotado de pequeñas astillas de madera petrificada, consecuencia de las constantes fragmentaciones por los violentos cambios de temperatura. Al visitante se le presentan dos oportunidades para recorrer la extensión del bosque petrificado: por una senda señalizada para recorrido a pié, y otra más extensa, acompañado por el guardaparque en el vehÃculo de la reserva. En ambos recorridos encontrarán variados perfiles de este particular paisaje: grandes troncos, cerros de coloridos estratos, cenizas volcánicas y un entorno de intensa magia patagónica... |
Alguna vez fui madera.
Savia embriagada de árbol.
El viento y la luz
acicalaron cabelleras vegetales
en mÃ.
Tiempos gigantescos
me acercaron lluvias y soles.
Creà que siempre serÃa
cáliz de hojas fértiles.
Pero el rayo y el temblor
hicieron que me fundiera
con la palma polvorienta
de la tierra.
Durante el tiempo gigantesco
fui madera desgajada, derrumbada.
En Patagonia.
Y desde entonces mi ser
es lento molino
de astas que se endurecen.
Desde entonces, quieta meditación soy
sobre el viaje repetido
de la estrella nocturna
y la hoguera esférica del dÃa.
Desde entonces, soy un valle de tÃmpano sensible,
astillas que escuchan
el silencio y la ventisca.
Desde entonces,
soy piedra de Patagonia.
Piedra que medita.
Fotos (de arriba hacia abajo): 1: Entrada a la reserva donde se encuentra el Bosque Petrificado; 2: Uno de los árboles de piedra.