El amor incondicional ve el diamante en bruto.
Está dispuesto a excavar en busca de piedras preciosas
y a extraerlas de la tierra.
Con ternura les lima los bordes ásperos, las pule
y las abrillanta para que su hermosura
sea manifiesta ante todos.
Excavar en busca de piedras preciosas toma tiempo.
Requiere paciencia.
Para extraer esa gema rutilante
de las profundidades de la tierra
hace falta mucha fe y amor incondicional.
Mi amor es incondicional.
Amo a los mal parecidos.
Amo a quienes resultan difÃciles de amar.
Amo a los apesadumbrados y solitarios.
Amo a quienes bregan por seguir adelante,
a quienes están perdidos y sumidos en la confusión.
Mi amor incondicional se vierte una y otra y otra vez
sin esperar nada a cambio.
Mi amor es sin parcialidad.
Yo no digo: "Este no me corresponde, no reacciona,
total que lo doy por perdido".
Mi amor es incondicional.
Yo sigo creyendo.
Nunca pierdo las esperanzas.
Mi amor es longánimo e infalible.
Mi amor incondicional
no conoce lÃmites ni frena ante nada.
Llega a cualquier extremo,
sufre cualquier agonÃa,
atraviesa cualquier tempestad para amar
y conducir a la victoria a un alma perdida,
solitaria y maltrecha.
Tan solo por el simple hecho de amar.....
Desconozco su autor
Esta es la ley de las sorpresas. La Ley del desapego significa disfrutar del viaje de la vida junto con sus sorpresas dÃa a dÃa. Es amar lo que hacemos, saber lo que queremos, pero sin esperar un proceso o retribución determinados.
Cuando tenemos un deseo, tal vez lo único que tenemos claro, es eso... el deseo... pero las circunstancias en las que llegará es ajeno a nosotros, estas ya no dependen de nosotros, no las podemos construir, diseñar ni mucho menos obligar a llegar.
El desapego va aunado a la incertidumbre y hay que tener esto en conciencia porque en la vida lo único seguro es el cambio. No hay certeza y esto es parte de nuestro aprendizaje, saber elegir sin conocer el resultado final, saber elegir guiados por el deseo y la intuición... No podemos ver el resultado final de una posible elección porque este no existe, éste no esta escrito, este final nos toca a nosotros construirlo. Tu tienes la posibilidad de hacer crecer una oportunidad o destruirla... esta es tu responsabilidad... es tu labor... es la parte que te toca y es posiblemente a lo que le tememos cuando nos enfrentamos al cambio. Pero ten algo seguro, que cuando se nos dan las cosas es porque tenemos la capacidad y las herramientas necesarias para hacerlo bien... Dios nos ha dado la capacidad de soñar y al mismo tiempo las herramientas para materializar este sueño.
Los apegos nos atan y nos encarcelan a una idea, una ciudad, un proyecto, nuestra familia, al dinero, al pasado, a nuestros muebles, nuestros recuerdos... el vivir sin apegos nos da libertad... libertad de movernos, de hacer y crear sobre lo nuevo, de reinventarnos, renacer y liberar tantos sueños como sea posible.
Si el apego con mi mesa fina me impide modelar en barro... tengo que cambiar la mesa... o echar a perderla... pero nunca un apego a lo material deberá limitar un sueño...
Si el apego a mis posesiones me impide dejar mi casa y mis muebles en un momento de desastre en mi ciudad... estoy arriesgando mi vida... sin apegos tengo la libertad de ser rescatado y volver a empezar en otro lugar, por difÃcil que asà sea.
El apego al dinero no me permite ver más prioridad que el dinero... con este apego tengo miedo de perderlo, de que me lo roben o pensar que la gente me quiere solo por el... sin apegos no vivo con miedo y tengo la libertad de disfrutar el tenerlo cambiándolo por bienes que me son satisfactorios también ¡no atesorándolo! El atesorar es estancar, inmovilizar.
Vivimos con apegos a las cosas, a la gente, a las circunstancias y esto es limitante, esto nos quita la oportunidad de avanzar más, de ir más allá y sobre todo... si estamos buscando un cambio ¿cómo pretendemos crearlo haciendo las cosas exactamente igual? Cuando pedimos un cambio tenemos que tener la conciencia de que a partir de ahora, nuestras estrategias cambiarán, nuestra visión y nuestra conciencia también.
Desapego no significa ser indiferentes, apáticos o mostrar falta de interés con las personas, las cosas o las circunstancias, Tampoco es decir que algo no es responsabilidad nuestra cuando sà lo es. Tampoco es hacer caso omiso de las necesidades y los sentimientos de los demás.
El desapego es saber que es lo que queremos y estar abiertos... ese algo que queremos puede llegar de muchas maneras, en tiempos diferentes al que esperamos, con forma diferente y por medios diferentes. Las cosas no siempre se nos dan en el momento y en la forma en que lo pedimos.