Francisco Goya, quien se considera ser “El Padre del Arte Moderno�? empiezó su carrera como artista inmediatemente después del periódo “Baroque�? Al expresar francamente sus pensamientos y creéncias, como fué su costumbre, llegó ser el pionero de las tendencias nuevas que llegaron a su culminación en el siglo 19. Dos factores importantes, que dieron la impresion de ser contradictorias pero que no fueron, dominaron su arte. Juntos, representaron la reacción contra concepciones previas del arte y el deseo de encontrar una forma nueva de expresión. Para entender el alcance del arte de Goya, y para apreciar los princÃpios que governaron su desarollo y su tremenda versatilidad, es impresendible entender que su labor cubrió un periódo de mas de 60 anos, porque continuó dibujar y pintar hasta la edad de 82. La importancia de este factor es evidente cuando se compara su actitud hacÃa la vida en su juventud, cuando aceptó felÃzmente el mundo tal como era, durante sus años como adulto, cuando empiezó a criticarlo, y en su vejéz cuando llegó ser amargo y desilusionado con la gente y la sociedad. Además, el mundo cambió totalmente durante su vida. La sociedad, en la cual habÃa alcanzado un éxito enorme, desapareció durante la guerra Nápoleonica. Mucho antes del fin del siglo 18, Goya ya habÃa vuelto hacÃa sus ideales nuevas y las habÃa expresado en su arte gráfica y sus nuevas pinturas. Como artista, Goya fue por temperamento lejos de las obras clásicas. Solo en algunas de sus obras llegó cerca de un estilo clásico pero, en la gran mayorÃa de su trabajo, el estilo “Romántico�?triumfó. Nacido en Zaragoza, España, obtuvó empleo cuando era joven con el artista mediocre José Luzan, del cual aprendió dibujar y, como era de costumbre, hizó copias de las pinturas de varios maestros. A la edad de 17, se fué a Madrid. Su estilo fue influenciado por dos artistas que trabajaron ahi. El último de los grandes artistas Venecianos �?Tiépolo �?y el artista neo-clásico, algo frio y eficiente, �?Antonio Rafael Mengs. En el ano 1763, competió en la Académia Real de San Fernando pero, en ese año y tambien en el año 1766, fracasó. En 1770, se fué a Roma y sobrevivió de sus obras de arte. | | | | | | | | Las mujeres de Goya El Goya costumbrista Es el Goya más joven. Es un Goya cortesano, satisfecho de su posición. Se atiene a la moda de su época: a escenas de galanteo, sencillas e incluso blandas (El quitasol, La maja y los embozados; Las mozas del cántaro). Pero a veces nos da cuenta también, con sentido mordaz, del sometimiento que se imponÃa a la mujer: por ejemplo, los matrimonios concertados por los padres (que Goya caricaturiza en La boda, escena próxima a la obra de teatro El sà de las niñas, de Leandro Fernández de MoratÃn).
| La maja y los embozados (1777) Cartón para tapiz | |
| | | Una mujer rodeada por cuatro hombres embozados con capas, en un estilo rococó en cuanto a colores y posturas de los personajes. La mujer como centro de atención.
| |
| El quitasol (1777) Cartón para tapiz | |
| | | Escena galante, en la que la mujer representa tan sólo una actitud. Por ello sus rasgos son impersonales, sin identificar a una persona concreta.
| |
| Las mozas del cántaro (1791-92) Cartón para tapiz | |
| | | Representación costumbrista y un tanto rÃgida. Las mujeres, con cántaros en la cabeza y sin apariencia de movimiento, le interesan a Goya tan sólo como tema genérico, no como personajes definidos.
| | | |
| La boda (1791-92) Cartón para tapiz | |
| | | Imagen satÃrica: una joven se enfrenta a su matrimonio con un caballero de rasgos exageradamente grotescos. En este cartón, Goya denuncia la costumbre de las bodas concertadas, según la cual a menudo no se tenÃa en cuenta la opinión de la mujer. El pintor aragonés se encuentra especialmente sensibilizado con este tema, puesto que lo trata en varias ocasiones.
| | | | | | | | | | El Goya Intimo El Goya Ãntimo se expresa en los retratos de sus familiares y amigos: Goya propicia un ambiente cálido en el que artista y modelo se sientan a gusto. La mujer aparece tratada con ternura (Josefa Bayeu, su propia esposa), con complicidad (Las majas, vestida y desnuda). Al trabajar para sus familiares y allegados, Goya trabaja para sà mismo. Se rompe asà la barrera de frialdad perceptible en los retratos oficiales.
| Josefa Bayeu (1798) Retrato Ãntimo | |
| | | Es la representación de su propia esposa. Respira serenidad y proximidad. El fondo en tono neutro permite resaltar la figura de la mujer..
|
| La Maja desnuda (1798-1805) Pintura de género | |
| | | Se trata de un desnudo muy académico. La textura de la piel se asemeja al mármol, la pincelada se aprieta, no es del todo libre. Se ha discutido mucho sobre si el rostro de la modelo corresponde al cuerpo, sobre si el rostro pertenece a la duquesa de Alba (dama con la que Goya mantuvo una intensa relación hasta 1797)... Lo cierto es que la expresión de la modelo sugiere, con cierta picardÃa, la complicidad que la unÃa al artista. |
| La Maja vestida (1798-1805) Pintura de género | |
| | | El ropaje ceñido revela para muchos mayor atrevimiento que la desnudez de la obra hermana (La Maja desnuda). Por otra parte, la técnica empleada es diferente a la de esta última: en La Maja vestida, la pincelada es más suelta, más libre.
|
| | | | | | | | | El Goya Oficial Se muestra con solemnidad si el tema lo requiere. De él son los retratos por encargo de personajes de las clases acomodadas. Goya trabaja para ganar dinero. En esta vertiente, Goya refleja a la mujer frÃamente (Tomasa Palafox), pero tampoco renuncia a mostrarnos su carácter, sin simpatÃa y hasta con crueldad (La reina MarÃa Luisa a caballo, La infanta MarÃa Josefa). Se observa una progresiva maduración en su técnica. Goya ha sufrido ya los efectos de su enfermedad (que le traerá la sordera definitiva en 1793) y comienza a prestar más atención a su propio interés artÃstico y personal.
| La reina MarÃa Luisa a caballo (1799) Retrato oficial | |
| | | Una representación oficial, con la reina vestida de amazona. El talento de Goya para la innovación compositiva (evidente en otras obras, sobre todo en las ejecutadas para sà mismo) no está presente en este retrato: Goya se limita a aceptar las convenciones establecidas para los retratos ecuestres. Esta circunstancia nos muestra la capacidad de adaptación del pintor aragonés a cualquier tema a que se dedique. Con La reina MarÃa Luisa a caballo, la personalidad de Goya se trasluce sólo en la técnica de la pincelada, en la captación de la altivez de la modelo | | La infanta MarÃa Josefa (1800) Boceto para retrato oficial | |
| | | En este boceto, Goya representa sin concesiones la opinión que le merece su modelo: no suaviza sus rasgos, no dulcifica la expresión. Capta el carácter de la infanta y quizá hasta lo agudiza, mostrándonos un acercamiento poco afectuoso. | Tomasa Palafox (1804) Retrato | |
| | | Muestra de un retrato realizado por encargo, en este caso de MarÃa Tomasa Palafox, marquesa de Villafranca. La factura es de estilo neoclásico, con cierto hieratismo que acentúa la lejanÃa entre modelo y espectador.
|
| | | | | | | | |