
 La carta tardía 
 Si me atrevo hoy a escribirte, 
 quisiera que mis palabras puedan
  llegar a reflejar todos y cada uno 
 de los dulces restos
  intactos de mi alma. 
Mejor sería dejar a mis ojos que
  te digan lo que siento,
  es que al fin de cuenta,
  el gesto de una mirada expresa
  mucho más que el dibujo
  exacto de una palabra. 
Déjame demostrarte mi lado frágil,
  me siento culpable por haberte 
 dejando esperando todas estas 
 sencillas palabras sobre estas 
 líneas de esta carta tardía. 
Ábreme tus brazos por un momento
  para que pueda esconderme
  de este temor que siento.
  Pero al fin sé que tarde o
  temprano todo pasa,
  pues nada es eterno,
  excepto este amor
  que ahora siento. 
Sé que no puedo pedirte nada, 
 pues por ahora es mucho más
  de lo que en verdad
  esperaba. 
Déjame alabarte mientras me despido,
  déjame creer por un momento 
 que eres aquella estrella fugaz
  que aparece en el cielo de la noche
  para otorgarme un 
 deseo prometido. 
Déjame creer que los milagros 
 existen y concédeme este pequeño deseo,
  besarte toda una noche hasta 
 quedarme sin aliento.
  ¿Es posible? 
Si me dices que no,
  entonces seguiré pensando en ti. 
 Si me dices que si,
  entonces moriré feliz.
  Puedes decirme lo que quieras,
  sea lo que sea yo seguiré
  por siempre aquí. 
¡Ves!
  En cada una de estas palabras,
  amor mío...
  una razón para quererte 
 o para olvidarte 
 eternamente. 
  
 
 NO POR AMOR
No por amor, no por tristeza,
no por lo nueva soledad:
porque he olvidado ya tus ojos
hoy tengo ganas de llorar.
Se va la vida deshaciendo
y renaciendo sin cesar:
la ola del mar que nos salpica
no sabemos si viene o va.
La mañana teje su manto
que la noche destejera.
Al corazon nunca le importa
quien se fue sino quien vendra.
Tu eres mi vida y yo sabia
que eras mi vida de verdad,
pero te fuiste y estoy vivo
y todo empieza una vez mas.
Cuando llegaste estaba escrito
entre tus ojos el final.
Hoy he olvidado ya tus ojos
y tengo ganas de llorar.
 tony