El más allá ¿Hay algo más allá de lo que se ve? ¿Más allá del mundo material? Muchos de nuestros contemporáneos se esfuerzan en afirmar que sólo existe lo que se ve. Otros, al contrario, procuran comunicarse con el más allá. Pero en esa esfera, ¿cómo distinguir entre lo verdadero y lo imaginario? ¿Cómo saber si lo que se dice de ese más allá es correcto o engañoso; si es para nuestro bien o para nuestra desdicha?
La Biblia da una respuesta a todas estas preguntas. Nos enseña que Dios también creó un mundo espiritual, el de los ángeles, y que éste puede obrar en nuestro mundo natural. También nos dice que ciertos ángeles, los demonios, se rebelaron contra Dios y buscan dañar a los hombres. Para protegernos de ellos, Dios nos manda que no tengamos ninguna relación con esos poderes espirituales. Prohibe todas las prácticas ocultas que nos ponen en contacto con los demonios.
La Escritura también nos enseña que el Hijo de Dios vino a nuestro mundo para restablecer nuestra relación con él. Actualmente, Jesús está en el más allá, a la diestra del poder de Dios en una posición de autoridad, tanto frente al mundo material como frente a los seres espirituales. Toda relación verdadera y provechosa con Dios pasa por Jesús, quien nos mostró su amor al dar su vida por nosotros para que seamos felices con él en esta vida presente y por la eternidad en el más allá. |