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Déjame contarte, Asegúrate de leer todo esto hasta el final. Yo casi borro este mensaje, pero fui bendecido cuando llegué al final.
Dios, cuando recibà este mensaje pensé: Yo no tengo tiempo para esto... y realmente hacerlo es inadecuado en horas de oficina.
Luego, me di cuenta que el pensar asà es exactamente lo que ha causado muchos de los problemas en nuestro mundo actual.
Tratamos de tener a Dios en la iglesia el domingo por la mañana...
A veces quizás el Domingo por la noche... y, el evento poco agraciado de algún servicio a media semana.
Eso sÃ, nos gusta tenerlo cerca en la enfermedad.... y, sobre todo en ... los funerales.
Pero, no tenemos tiempo, o lugar para ÉL en horas de trabajo o en nuestro tiempo libre...
Porque.. Esa es la parte de nuestras vidas en las que pensamos: "Podemos y debemos manejar solos"
Quiera Dios perdonarme por haber pensado que hay un tiempo o un lugar donde ÉL no sea el PRIMERO en mi vida.
Debemos siempre tener tiempo para recordar TODO lo que ÉL ha hecho por nosotros.
Si no te avergüenzas de hacer esto, sigue las instrucciones:
Jesús dijo: "Si tu te avergüenzas de mÃ, yo me avergonzaré de ti delante de mi Padre".
¿No te avergüenzas? ReenvÃa esto sólo si es tu intención hacerlo.
SI, YO AMO A DIOS! EL es mi fuente de existencia y mi salvador. EL me mantiene funcionando todos y cada uno de los dÃas. Sin ÉL no serÃa nada sin Cristo que me Fortalece. (Fil. 4:13).
Esta es una prueba sencilla. Me arrodillé para orar pero no por mucho tiempo, tenÃa mucho por hacer.
Tuve que darme prisa e ir a trabajar ya que los cobros muy pronto estarÃan ante mÃ. Salté de mis rodillas y mi deber Cristiano estaba concluido. Mi alma pudo entonces descansar plácidamente.
En todo el dÃa no tuve tiempo de lanzar una palabra de aliento, ni de hablar de Jesús a alguien; se reirÃan de mà y me darÃa miedo.
No hay tiempo, no hay tiempo. Hay mucho qué hacer. Ese era mi sollozo constante. No hay tiempo para darle a las almas en necesidad, sino hasta la última hora... la hora de morir.
Me paré frente al Señor, vine y permanecà cabizbajo, ya que en sus manos sostenÃa un libro; el libro de la vida.
Dios echó una mirada a su libro y dijo: "No encuentro tu nombre. Estuve a punto de anotarlo, pero nunca encontré el tiempo"
¿Tienes ahora el tiempo para re enviar este mensaje?
Asegúrate de leerlo hasta el final.
Fácil vs. DifÃcil
¿Por qué es tan difÃcil decir la verdad y tan fácil mentir?
¿Por qué tenemos tanto sueño en la iglesia, pero cuando termina el sermón repentinamente estamos tan despiertos?
¿Por qué es tan difÃcil hablar de Dios y tan fácil decir cosas sucias?
¿Por qué es tan aburrido leer una revista cristiana, y tan divertido hojear una con contenido repugnante?
¿Por qué es tan fácil borrar mensajes de Dios y reenviar mensajes sucios?
¿Por qué las iglesias y templos se vuelven más pequeños mientras los bares y discotecas crecen en tamaño? ¿Te das por vencido?
Piensa si vas a reenviar este mensaje o lo vas a borrar. Solo recuerda que Dios está observándote.
La Oración
Veamos a ver si el diablo puede parar esta! Cuando reenvÃes este mensaje ora por la persona que te lo envió...
Eso es todo lo que tienes que hacer. Es muy poderoso. De todos los regalos que podamos recibir, una oración es el mejor.
No cuesta nada y trae maravillosas recompensas de parte de Dios. Que Dios te guarde y te bendiga.
Si esta frase no te eriza, nada lo hará...
Vas a ser muy bendecido como yo lo fui al leer la siguiente historia. Cuánta gente lo borrará sin siquiera leerlo solo por el tÃtulo.
Historia:
HabÃa una vez un hombre llamado Jorge Thomas, pastor de una pequeña iglesia en un pueblo de Nueva Inglaterra.
Una mañana de Domingo de Pascua llegó a la iglesia cargando una jaula para pájaros oxidada, doblada y vieja, y la puso en el púlpito. Cejas se elevaron y como respuesta el Pastor Thomas dijo: "Ayer, caminando por el pueblo vi a un muchacho que venÃa a mi encuentro columpiando esta jaula para pájaros. Al fondo de la jaula habÃa tres pajaritos salvajes temblando de frÃo y de miedo. Me paré y pregunté:
¿Qué llevas allà hijo?
Solamente estos pájaros viejos. Contestó.
¿Qué vas a hacer con ellos? Pregunté.
Los llevaré a casa y me divertiré con ellos. Contestó. Los voy a molestar y a halar de las plumas para hacerlos pelear. Me voy a divertir mucho.
Pero tarde o temprano te vas a aburrir de esos pájaros y cuando eso sea, ¿Qué vas a hacer?
Ah, tengo algunos gatos, dijo el muchacho. Se los llevaré a ellos les gustan los pájaros.
El pastor hizo silencio por un momento y luego dijo: ¿Cuánto quieres por esos pájaros hijo?
¿Por qué?, Usted no los quiere señor. Son solamente viejos pajarracos. No cantan, ni siquiera son bonitos.
¿Cuánto? Pregunté nuevamente.
El muchacho midió al pastor para ver si estaba loco y dijo ¿Le parecen $10.00?
El pastor se metió la mano en el bolsillo y sacó un billete de $10.00 y lo colocó en la mano del muchacho.
En un segundo, el muchacho se habÃa ido.. El pastor recogió la jaula y suavemente la llevó hasta el final del valle, donde habÃa un árbol y un lugar con césped. Poniendo la jaula en el suelo, le abrió la puerta, y con un suave toque en los barrotes, hizo que los pájaros salieran, liberándolos.
Ah, eso explica la jaula vacÃa encima del púlpito y el pastor empezó a contarles esta otra historia: Un dÃa Satanás y Jesús estaban conversando. Satanás acababa de ir al JardÃn del Edén, y estaba mofándose y riéndose diciendo: Sà Señor. Acabo de apoderarme del mundo lleno de gente de allá abajo. Les tendà una trampa, usé cebo que sabia que no podrÃan resistir. ¡Cayeron todos!
¿Que vas a hacer con ellos? Preguntó Jesús.
me voy a divertir con ellos. Respondió Satanás. Les enseñaré como casarse y divorciarse, cómo odiar y abusar uno del otro, a beber y fumar y por supuesto, les enseñaré a inventar armas y bombas para que se destruyan entre sÃ. ¡Realmente me voy a divertir!
¿Y qué harás cuando te canses de ellos? Le preguntó Jesús.
Ah, los mataré. Dijo Satanás con la mirada llena de odio y orgullo.
¿Cuánto quieres por ellos? Preguntó Jesús.
Ah, tu no quieres a esa gente. Ellos no son buenos. ¿Por qué los querrÃas tomar? Tu los tomas y ellos te odian. Escupirán a tu rostro, te maldecirán y te matarán. ¡Tu no quieres a esa gente!
¿Cuánto?... Preguntó nuevamente Jesús.
Satanás miró a Jesús y sarcásticamente respondió: Toda tu sangre, tus lagrimas, y tu vida.
Jesús dijo: ¡HECHO!
Y asà fue como pago el precio. El pastor tomó su jaula. Se dirigió hasta la puerta, la abrió y se alejó.
NOTA
¿No es curioso lo fácil que es despreciar a Dios y luego preguntarse por qué el mundo se está yendo al infierno?
¿No es curioso cómo alguien puede decir "Creo en Dios" y seguir a Satanás? (Quien a propósito, también cree en Dios).
¿No es curioso que envÃes miles de mensajes con chistes a través del correo electrónico, los cuales se riegan como pólvora, pero cuando empiezas a enviar mensajes que se refieren a Él, al Señor, la gente lo piensa dos veces antes de compartirlos?
¿No es curioso que cuando llegue el momento de reenviar este mensaje, lo vas a dejar de enviar a muchas de las personas que tienes registradas en tu libreta de direcciones pues no estás seguro(a) de lo que vayan a pensar de ti?
¿No es curioso cómo la gente puede estar más preocupada de lo que los demás piensen de ellos que lo que piense Dios?
Oro por todo aquel que reenvÃe este mensaje a todos los destinatarios de la libreta de direcciones, ellos serán Bendecidos por Dios de una manera especial.