clic Universo que cubre esta vida que respiro... observas siempre adornado con tus brillantes estrellas, tienes en tu historia y tu memoria infinitos dolores; interminables pasados donde se pierde el camino lleno de sinsabores. ¡Como quisiera saber lo que sabes tú del mundo!... escribir a la perfección lo terrible y maravilloso de las cosas, lo que fué error, tristeza y muerte; lo que fué acierto, alegrÃa y suerte. Universo lejano que creces en hora y tiempo... estás desde siempre y estarás cuando yo haya muerto, gritarás en la nada tu experiencia en repetidos ecos; ¿de qué te sirve saber tanto si se quedaran escondidos en la nada tus secretos?. Siglos, milenios y años que reposan en silencio... entrañas del tiempo donde generaciones dejaron sus sueños, esperando despacio y apagandose en fatigas sin dueños; rompiendo los recuerdos contra las piedras de un sendero. ¿A quien le dejas tu legado, mi querido Universo?... ¿Quienes son tus descendientes que puedan con pasión hablar del azul del cielo?, serán aquellos que en las arenas del tiempo recojan lo antÃguo desde este suelo; desafiando el ayer y el mañana, ahogándose en tu inmenso libro de interrogantes misterios. Universo que cubres las pisadas frágiles de los niños que nacen tiernos... predices sin mirarlos sus destinos, porque aún tienen corazones bellos, despertarán bajo tus ojos a la luz del sol o a las sombras del miedo; pero ellos serán los que permitan, que la humanidad te siga conociendo. De su Autora: |