EL VASO ROTO Señor, me caì de tus manos, y sin darme cuenta fuì poco a poco por ahì rodando. Hasta llegar al suelo, a lo mas profundo, hecho mil pedazos. Señor, me caì de tus manos, ya cuando casi me estabas terminando, cuando mi obra recibìa las ultimas pinceladas para ser perfecto; me caì de tus manos. Sentì el dolor amargo al recibir el golpe en mi vasija de barro, pero màs grande fue el dolor al ver que su obra, lo habìa traicionado. Còmo es posible? dijiste Despuès que te habìa logrado? Despuès que te habìa dado la forma que tanto habìa deseado. Por què, por què vaso te caìste de mis manos? Pero yo te grito ahora, ahora que estoy hecho mil pedazos, ahora que no sirven para nada mis partìculas rotas por el suelo, por el suelo del mundo y del pecado; Señor, no quiero que recojas ni juntes mis pedazos. Hazme de nuevo, Señor, hazme de nuevo. Sostenme con tu diestra, con tu poderoso brazo, para que nunca mas Alfarero mìo, me caiga de tus manos. Desconosco el Autor |