El favor de Dios dura mucho más que su ira Veamos Salmo 30:4-5: "Cantad a Jehová, vosotros sus santos, y celebrad la memoria de su santidad. Porque un momento será su ira, pero su favor dura toda la vida. Por la noche durará el lloro, y a la mañana vendrá la alegrÃa". La vida cristiana no es sólo un valle de lágrimas, como suele decirse. La Escritura dice que las lágrimas duran menos que el gozo, que la ira de Dios es sólo por un momento, pero su favor dura toda la vida. Asà que, sea que nosotros estemos siendo tratados por el Señor, o que estemos siendo disciplinados por el Señor, aún asÃ, podemos cantar al Señor y celebrar la memoria de su santidad. El versÃculo 4 nos insta. ¿Y cuál es la razón de ese canto? Está dada en el 5: "Porque un momento será su ira, pero su favor dura toda la vida". Hemos pasado noches angustiosas, noches de lágrimas; pero a la mañana viene la alegrÃa. ¿Lo hemos podido experimentar? Hoy siento que no estoy en la noche del llanto, sino en la mañana de la alegrÃa. Hermanos, algunos de nosotros están pasando tribulación. Se ha orado por ellos, se les ha tendido la mano, se ha buscado refugio en el Señor, se ha pedido de Dios la provisión para esa necesidad. Pero, ¿sabe?, la iglesia tiene que mantener el gozo, la alabanza, la adoración. Y si algún hermano está pasando por este momento de ira o por esta noche de lloro, será también alentado por el gozo de la iglesia. Damos testimonio que siempre, después de la noche, viene la mañana, en Cristo; siempre, después de la ira, viene el favor de Dios. "Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria" (2ª Corintios 4:17). Hay tribulaciones momentáneas, sÃ, pero ellas producen en nosotros algo eterno; producen oro, producen una piedra preciosa; nos van transformando en la misma imagen del Señor. Nosotros siempre hablamos de la cruz y del camino de la cruz, y a veces pienso que, cuando hablamos tanto de la cruz y del camino de la cruz, y de los sufrimientos, y que hay que morir, pareciera ser que descuidamos la segunda parte del mismo versÃculo. Asà que, tenemos que aclarar: Es cierto que existe el camino de la cruz. Pero el camino de la cruz o el tomar la cruz nunca será sin el gozo del Señor adentro, sin el reposo en el Señor, el descanso, la satisfacción espiritual que produce el saber que no estamos solos. Hablamos de que es necesario morir. Claro. Pero también tenemos que decir que después de la muerte hay resurrección, y la vida de resurrección es una vida de gozo, una vida de plenitud. Asà que no nos quedemos a mitad de camino enfatizando sólo la muerte, ni nos transformemos en un pueblo melancólico, triste. No, no podemos serlo, porque el Señor Jesús vive en nuestro corazón. Asà que, cuando estemos delante del Señor, esforcémonos en la gracia, para que nuestra alabanza, y aun nuestra expresión fÃsica sean dignas de Aquel que nos amó tanto y que murió por nosotros. Con amor |