JESUS, QUIERO ESTAR CONTIGO Teclado con efectos Clic ORACION Señor, estás ahÃ: Me estás mirando. Conoces mi situación interior. Me has acompañado en el dÃa de hoy. Me has acompañado siempre, desde el primer dÃa que abrà los ojos a este mundo.
Cuando he sido fiel. Y cuando he sido infiel.
Estás ahÃ.
¿Por qué estás ahà en el Sagrario? Te quedaste por amor, porque me quieres muchÃsimo. DÃmelo.
¡Qué bien que lo sabes!
Me quedé para ayudarte
Sé muy bien que eres débil, que caes con facilidad. Ven a visitarme: Yo soy tu fortaleza. PÃdeme fuerza. Ven a verme todos los dÃas que no sientas nada, los dÃas que estés desanimado del todo; ven a verme ese dÃa que quieres acabar con todo. Yo te daré ánimos y nuevas fuerzas. Ven a verme ese dÃa en que has caÃdo gravemente: no tengas pena, ven; que todo tiene remedio, si vienes a MÃ. Ven a visitarme cuando hayas tenido un gran fracaso, cuando un grave problema te robe la paz. "Venid a Mà todos los que andáis abrumados y cargados y Yo os aliviaré." "Mi yugo es suave y mi carga ligera". Me quedé para ayudarte todos los dÃas de tu vida. No porque lo merezcas, sino por que te amo como nadie te ha amado ni te amará jamás.
Me quedé para amarte.
Para amarte desde aquà con un amor infinito. No te pido que lo merezcas, sino que lo aceptes. Déjate querer por tu Dios, por tu Redentor. Ya sé que te sientes indigno, que tus pecados y tus faltas tratan de apartarte de MÃ. Yo te amo con tus pecados, tus faltas, infidelidades y con tus buenas acciones, con tus buenos propósitos, aunque algunos de ellos no los cumplas.
El amor hace felices a los hombres. Tu necesitas sentirte amado. Yo te ofrezco el amor infinito de todo un Dios; y te lo ofrezco no solo hoy, sino todos los dÃas de tu vida... mañana y dentro de un año.
Siempre que vengas a Mà encontrarás un amor vigilante, fiel siempre, el mismo amor infinito. He decidido amarte a pesar de todas tus faltas, pecados, ingratitudes.
Me quedé para perdonarte.
SabÃa muy bien que en tu vida habrÃa muchos pecados, muchas infidelidades. Me propuse desde un principio perdonarte todo. Hasta el dÃa de hoy, todo está perdonado y olvidado. No importe qué hiciste o dejaste de hacer hasta el dÃa de hoy; lo que me interesa muchÃsimo es lo que vas a hacer de ahora en adelante. No dudes de mi perdón jamás. Puedes dudar de ti mismo, puedes dudar de tus promesas, pero jamás dudes de mi perdón. Yo te he perdonado siempre, te perdono todo, y estoy dispuesto a perdonarte hasta el último pecado, si vienes a Mà con arrepentimiento.
Estoy aquà para recibir tu amor de cada dÃa.
Dame tu corazón, tu amor, tus delicadezas, tus detalles de ternura: Una genuflexión hecha con devoción, me honra mucho. Una señal de la cruz bien hecha, me hace pensar en ti. Unas posturas correctas en la Iglesia, me hacen ver que me estimas y sabes que estoy aquÃ. Una misa bien oÃda me da tanta alegrÃa. Una visita ferviente, una Hora EucarÃstica, me recuerda que me quedé en la EucaristÃa para ayudarte, perdonarte, amarte. Y me digo: "Valió la pena" Una comunión llena de amor no sabes cuánto representa para MÃ: "El que come mi carne y bebe de mi sangre mora en Mà y Yo en él�? Eso ocurre en la comunión.
Estoy aquà en la Iglesia para ayudarte a vivir santamente.
Espero tanto de tu vida.... Desde el Sagrario te seguiré a lo largo de cada dÃa. Desde aquà te mando las gracias que necesitas. ¿No has notado el influjo de esas gracias? Te quiero dar mucho más de lo que me pides. Me has pedido poco. Yo te voy a dar mucho más de lo que te has atrevido a pedirme. Y asÃ, de esta visita vas a salir, si tu quieres, si me dejas, vas a salir muy contento, muy motivado, decidido a ser mejor. Mi gracia es el agua viva que está llenando tu cántaro, Déjame llenar tu vida hasta rebosar de paz, de alegrÃa, de generosidad, de amor, de felicidad. Yo soy la felicidad y el amor. Yo no necesito de ti, pero tú sà me necesitas. Sin Mà eres como una flor marchita, deshojada, triste.
A cambio de mis dones, voy a pedirte una cosa: algo relacionado con mis almas: Quiero que seas mi apóstol, mi mensajero. Quiero algo relacionado con tu santidad: Quiero que seas santo; algo relacionado con el amor: Quisiera ser, entre tus amores, el primero, el más hermoso, el más maravilloso que se cruce en tu camino. Quiero un dÃa llevarte al cielo para estrecharte contra mi corazón, para que goces de la eterna felicidad de mi amor sin fin.
Estoy aquà en el Sagrario para ayudarte: me necesitas tanto. Estoy aquà para amarte con un infinito amor, como nadie jamás te amará. Estoy aquà para perdonarte todo y siempre: desde el primer pecado hasta el último. Mi perdón es infinitamente mayor que todos tus pecados. Estoy aquà para recibir tu amor de todos los dÃas. Tu amor me satisface, aunque sea pequeño, si es sincero. Busco en ti una sola cosa: tu amor y tu felicidad. Estoy aquà para pedirte algo: que seas santo, que seas mi apóstol, que me ayudes con tu fidelidad a salvar al mundo. ¿Qué piensas, qué dices, qué respondes? ¡Es tanto lo que espero de ti ......! ¡Es tanto lo que puedes hacer por las almas, por tu santificación por tu Jesús!^ Padre Mariano Blas |