NI UNA PALABRA QUEDARÁ, SIQUIERA... Ni una palabra quedará, siquiera, amor que eras mi amor, que eras mi vida. Ya no te digo adiós, ni hay despedida ni volveré a llorar por lo que fuera. Dónde quedó el terror frente a la espera, dónde el pretexto fácil de la huida: estoy de pronto, como adormecida, brazos ausentes, párpados de cera. Amor que eras mi amor, estas tan lejos que tu imagen se vela en los espejos y está la niebla donde había llamas. Oigo que rondas pero no te veo, vuelvo a escuchar tu voz, pero no creo. Ya no importa si estás ni si me llamas. |