Arrimada en sentimientos de alegrÃa
de dolor , de pasión, dejo a mi alma viajera
irrumpir en albores de rosado color, otras de negro socavón.
Dejo mi mente leer entre lineas tus ojos , poemas inconclusos para mi,
buscándote deliberadamente en los estratos del horizonte
escribiéndote un poema en estado embrionario.
Naciste de la luz del sol prendido cual broche a las estrellas,
naciste en tumultos de diamantes que florecen en mi piel
llenos de palabras sensuales, de ritmos silenciosos, de mar salado.
Saliste de las piedras, árboles, del dÃa y de la noche, marcando huellas.
Veo galaxias en tus ojos de niño, llenos de candor, de preguntas,
queriendo saber el centro exacto de las estrellas
preguntando, (hasta hoy preguntas) lo incoloro de una emoción.
Tu alma geometrÃa abierta de puertas blandas,
teme la oscuridad, la sombra, la maldad de un mundo
que no reconoces como tuyo, siendo tu tan libre y tenaz.
Aire de oleaje fuerte, que no sabe contra la roca chocar,
voz que cautiva, enredaderas suaves encuentro en tu saliva
que navegan de tu boca a la mÃa, en un mar tormentoso y ancho.
Naces en estas palabras, por fin te he parido,
como brújula tus pasos los he seguido, tus letras nacieron fuertes
entre mis muslos adoloridos de mujer, de madre, hermana, amante.
Contigo aprendà la magia del momento, y palabras de grandes ecos.
Contigo, ¡sà contigo! ...mi vientre se abrió a torrentes de palabras como llagas
que dejaron su marca en mi piel cansada, trémula, palpitante, viva, sangrante.
Hoy serena, tranquila camino sin temores
es un dulce minuto, un suspiro que vuela en arenas, playas, desiertos,
la piel fugitiva, encontró su rincón, su nido, su olvido.
Las palabras por fin tienen sentido, nacen entre sangre y dolor
Estas ahÃ, me das calor, comprensión, me ayudas a pujar, a crecer
No siempre , pero estas con palabras que vibran, traspasan fronteras y... vivo estas.