Yo he visto perlas claras de inimitable encanto,
de esas que no se tocan por temor a romperlas;
pero solo en tu cuello pudieron valer tanto
las burbujas de nieve de tu collar de perlas.
Y mas, aquella noche del amor satisfecho,
del amor que eterniza lo fugaz de las cosas,
cuando fuiste un camino que comenzo en mi lecho
y el rubor te cubria con un manto de rosas.
Yo acaricie tus perlas sin desprender su broche,
y las vi como nadie nunca mas podra verlas,
pues te tuve en mis brazos, al fin, aquella noche,
vestida solamente con tu collar de perlas!
TONY