Era una noche de lluvia
solos en un paisaje mágico
solo la luna cómplice de nuestra pasión.
Poco a poco tu cuerpo entrelazado al mÃo
recorriendo el panal de mi cuerpo
tú saciándote de mi miel.
Tus ojos cual fuente de luz encandilaron
como hechicero te llenaste de mi
y entre el néctar tuyo y mÃo
solo gemidos se escuchaban ahÃ.
Tu olor permanece en mi recuerdo
tus llamas quemaron mi ser
tu encanto se terminó con el tiempo
solo recuerdos quedan de ti.
Un suspiro y un silencio
sin deseos, sin recuerdos
solo una noche de deseos
ardiendo cual hoguera en el desierto.
El rÃo de los recuerdos
lentamente va muriendo
el sol los irá borrando al tiempo
una noche sin luna ni estrellas
en eso se convertirá mi aliento.
Serás como agua que no calmó la sed
que nunca se debió beber.
Columba ElÃas
22-01-07