Tengo una colección de lágrimas
que nadie ve: están en mi alma.
Una lagrima guardada
por cada suspiro reprimido
por cada mirada desviada
por cada disco devuelto
por cada sonrisa forzada
cuando es llanto lo que oculta
por tantos besos muertos en mis labios
por cada susurrar tu nombre
sin eco en el espacio
por cada adiós dicho en silencio
cuando nuestras espaldas se ven alejarse
por cada sueño interrumpido
por cada vez que te busco
en la multitud sin encontrarte
por cada noche sin luna
por cada insomnio latente
por el hueco vacío de tu mano
por cada vez que me reprimo para no llamarte
por tantas veces que decido callar.
Y una lágrima, especial, guardada
por lo que fuimos alguna vez
y aún lloro deseando,
en lo profundo de mi interior, volver.
Mi colección de lágrimas
tiene un bono especial:
Por cada lágrima guardada
te dedico mi sonrisa más alegre,
más amable, más generosa
por cada vez que pienso que eres feliz
creando tu propio destino
aunque yo no esté ahí
Aunque nuestros caminos se separen,
te albergo en mi corazón.