MSN Home  |   Mi MSN  |   Hotmail  |   Compras  |   Grupos
Windows Live ID
ir a MSNGrupos 
Página principal  |  Mis grupos  |  Ayuda  
 
LA CAJA DE TONY[email protected] 
  
Novedades
  Ãšnete ahora
  REGLAS DE LA CAJA DE TONY<º))))><.·´¯`·.  
  
  General  
  ï¿½?�?�?▀▄▀▄▀▄▀▄▀�?AQUI RECORRES TODO LO QUE HAY EN EL GRUPO�?�?�?/A>  
  Imágenes  
  Documentos  
  Vínculos  
  POESIAS TONY  
  COSAS PARA SAVER  
  pps tony o tuyo  
  P/AMIGOS.  
  POEMAS RELIGIOSO  
  REFLEXIONES TONY  
  IMAG.RELIGIOSOS  
  IMAG.AMOR.  
  IMAG.NIÑOS.  
  ARCHIVOS,TONY.  
  IMAGENES/ FIRMAS  
  COCINANDO C/TONY  
  CIBER/AMORES  
  musica varias  
  ASI ES REP.ARGEN  
  MAPAS DE COR.ARG  
  MAGIA DEL PINCEL  
  canciones TONY 1  
  JUEGOS/P/CELULAR  
  CANCIONES MUSICA  
  EMOTICONES.TONY  
  LETRAS DE MUSICA  
  SALUD CONSEJOS  
  POEMAS TONY Nº 1  
  POEMAS TONY Nº 2  
  POEMAS TONY Nº 3  
  POEMAS TONYNº 4  
  POEMAS TONY Nº 5  
  POEMAS TONY Nº 6  
  POEMAS TONY Nº 7  
  POEMAS TONY Nº 8  
  POEMAS TONY Nº 9  
  POEMAS TONY Nº10  
  CALENDARIO  
  POESIAS  
  POEMAS RELIGIOSOS  
  ASI ES REP ARG  
  **TÙ HOROSCOPO**  
  MUSICA P/POEMAS  
  JUEGAMOS TODOS  
  "FELICIDADES A TODOS LOS PADRES"  
  **HISTORIAS**  
  dale Clip al Icono del Mes correspondiente a tu cunpleaños �?�?/A>  
  ORACIONES PARA TODOS☼☼☼☼☼☼�?/A>  
  Rincon de Tettos  
  ï¿½?‡║ POEMAS MARIPOSA▄▀▄▀�?/A>  
  Dinos quién eres  
  â–“▒░░�?FONDOS Y MAS FONDO▓▒░░�?/A>  
  CHAT++CHAT *CHAT  
  ï¿½?Consejos : HAGAMOS DE NUESTRAS CAJA UN GRUPO DE APOYO  
  â™¥Pide Tù Buzòn  
  â™ â™ â™ â™  BUZON DE PARTISIPANTES Y ADMINISTRADORES DEL GRUPOâ™ â™ â™ â™   
  PANEL DE FIRMAS PARA ADMINISTRADORES-·=»‡�?·-  
  RETIRAR FIRMAS  
  â™€â™«â–²FIRMAS MARI PEDIDOS TUS DESEOS SERAN REALIDAD♀♫▲  
  â™¥â™¥â™¥â™¥PANEL DE FIRMAS DE CONNIE♥♥♥♥  
  â™¥GRUPOS AMIGOS  
  CARTAS DE AMOR  
  FIRMAS ANIMADAS  
  
  
  Herramientas  
 
CIBER/AMORES : Es hora de comenzar por Usted mismo, por su propio matrimonio, por su propia fam
Elegir otro panel de mensajes
 
Discusión anterior  Discusión siguiente  Enviar respuestas a mi bandeja de entrada 
Respuesta
Recomendar  Mensaje 1 de 5 en la discusión 
De: Alias de MSNtonygreco7  (Mensaje original)Enviado: 11/08/2008 14:41

Amor Eterno

FAMILIA Y MATRIMONIO

La familia es la unidad básica de la sociedad humana.

 

Cuando esta se desmorona, todo se derrumba con ella. La razón es porque el hombre ha perdido la posibilidad de transmitir principios divinos para el matrimonio y la familia, de una generación a otra. Sin los principios divinos para el matrimonio y la familia, los hijos repetirán los mismos errores que los padres, y la sociedad entera se irá cuesta abajo.

Lo que hace falta para que el matrimonio y la familia marchen como Dios desea es un nuevo modelo, el modelo propuesto por Dios en la Biblia. Este modelo divino tiene tres pilares fundamentales:

  • Un nuevo nacimiento
  • Un nuevo control
  • Un nuevo conjunto de normas para el funcionamiento del matrimonio y la familia.

Si todavía no tiene una relación personal con Dios, hoy mismo reconcíliese con Dios y reciba a Cristo como su Salvador personal. Esto será el comienzo de una nueva vida para Usted, para su esposo o esposa y para los demás miembros del hogar. Luego decida ceder el control de su vida a la dirección del Espíritu Santo. Esto se consigue en la medida que Usted obedezca lo que dice Dios en su palabra, la Biblia.

De esta manera en Usted se apreciará el fruto del Espíritu Santo, ingrediente indispensable para la estabilidad del matrimonio y la familia. Por último, es necesario que Usted decida desechar las normas que el mundo ofrece para el matrimonio y la familia y decida adoptar las normas que Dios ha plasmado en su palabra, la Biblia.

 

Es hora de comenzar por Usted mismo, por su propio matrimonio, por su propia familia.


 



Primer  Anterior  2 a 5 de 5  Siguiente  Último 
Respuesta
Recomendar  Mensaje 2 de 5 en la discusión 
De: Alias de MSNtonygreco7Enviado: 11/08/2008 14:44

Que imposible

-Muchos esposos y esposas se encuentran en matrimonios donde no se sienten satisfechos, felices o realizados. Pasan el tiempo criticando al cónyuge y buscando las fallas de su pareja. Este tipo de persona vive creyendo que si tan sólo su pareja cambiara todo marcharía mejor en el matrimonio.

Lamentablemente muchas personas piensan que así es su matrimonio. Usan críticas, regaños, gritos y constantes conflictos con la esperanza de obligar a su pareja a cambiar. Lo malo es que, al sentirse criticado, muchas veces el cónyuge acusa a su pareja de peores faltas para poder defenderse. Tanto la esposa como el esposo terminan convencidos de que el otro tiene que cambiar para que las cosas en el hogar mejoren.

 
Este tipo de actitud conduce a patrones negativos que vienen a destruir el matrimonio. Algunos ejemplos de estos son:

  a.. Las personas comienzan a fijarse en las faltas más mínimas de su pareja. Por lo tanto las cosas mínimas se convierten en grandes conflictos.
  b.. Ambos esposos se acusan sin fin.
  c.. Los pleitos aumentan.
  d.. La tristeza, el enojo y las emociones negativas reinan en el hogar.
  e.. Ambas personas se sienten físicamente, mentalmente y espiritualmente cansados de las constantes críticas.
  f.. La paz no existe en el hogar y el amor cada día se desvanece.
  g.. El cónyuge ignora sus propias faltas y se convence de que su pareja es el que tiene que cambiar. Por eso ninguno de los dos cambia.
  h.. Comienzan a dudar si el matrimonio va a funcionar y terminan pensando que la única solución es la separación y el divorcio.

No son pocos los matrimonios que caen en este ciclo vicioso. Lo malo es que no importa cuánta energía y esfuerzo invierten en cambiar al cónyuge: no se da el cambio. Esto sucede porque en verdad cambiar a nuestro cónyuge no es nuestro papel. El cambio no viene a la fuerza sino por voluntad propia.

El matrimonio no es un estado de dominación donde las cosas se hacen conforme a la voluntad de una sola persona. De hecho, el matrimonio es un estado de CO-DEPENDENCIA. Tanto el esposo como la esposa se necesitan el uno al otro para así formar un hogar conforme a la voluntad de Dios. La Biblia nos enseña que el esposo y la esposa son UNO . El ser UNO no viene a la fuerza, sino que cada uno voluntariamente sacrifica el YO para el bien del NOSOTROS.
 
Si usted en verdad quiere ver un cambio es su matrimonio le sugerimos lo siguiente:

  a.. Evite criticar a su cónyuge. Las constantes críticas y quejas no traerán el cambio que usted desea en el matrimonio.
  b.. Deje las cosas del pasado, en el pasado. Perdone y ya no mencione aquello que ya ha sido resuelto.
  c.. Si no puede perdonar, pregúntese por qué no, y pídale ayuda a Dios para que pueda perdonar.
  d.. Evite las palabras que son difíciles de olvidar, tales como: "Ya no te aguanto, no te amo, no te respeto, ya no te creo, no te perdono, todo es tú culpa", etc.
  e.. Sea honesto y admita los errores con que usted ha contribuido a los problemas del hogar.
  f.. Dedique un tiempo a solas para meditar y preguntarse si las expectativas que tiene de su cónyuge son realistas. Muchas veces exigimos demasiado del cónyuge porque tenemos una necesidad que queremos llenar. Si éste es el caso, hable con su pareja y juntos pídanle a Dios que ÉL sea el que venga a llenar ese vacío que su pareja no puede llenar.
  g.. Use palabras positivas y fíjese en lo bueno del matrimonio y no solamente en lo malo.
  h.. En lugar de gastar sus fuerzas en querer cambiar a su esposo o esposa, use ese tiempo para hablar con Dios y pedirle que primero haga el cambio en usted. Dé el ejemplo y sea usted el primero en cambiar.
Esperamos que estos consejos vengan a traer cambios positivos en su hogar. Al dejar que el Espíritu Santo, la humildad, el perdón y la honestidad vengan a cambiar la vida de su matrimonio, permitirá que se hagan cambios en el hogar dentro de un ambiente que honra y agrada a Dios.
 
 
PARA MEDITAR:

 
a.. Efesios 5:21-26 : Sométanse unos a otros, por reverencia a Cristo. Esposas, sométanse a sus propios esposos como al Señor. Porque el esposo es cabeza de su esposa, así como Cristo es cabeza y salvador de la iglesia, la cual es su cuerpo. Así como la iglesia se somete a Cristo, también las esposas deben someterse a sus esposos en todo. Esposos, amen a sus esposas, así como Cristo amó a la iglesia y se entregó por ella para hacerla santa. Él la purificó, lavándola con agua mediante la palabra. 

  b.. Colosenses 3:12-13 - Por lo tanto, como escogidos de Dios, santos y amados, vístanse de afecto entrañable y de bondad, humildad, amabilidad y paciencia, de modo que se toleren unos a otros y se perdonen si alguno tiene queja contra otro. Así como el Señor los perdonó, perdonen también ustedes. 

  c.. I Pedro 3:8-9 - En fin, vivan en armonía los unos con los otros; compartan penas y alegrías, practiquen el amor fraternal, sean compasivos y humildes. No devuelvan mal por mal ni insulto por insulto; más bien, bendigan, porque para esto fueron llamados, para heredar una bendición.

Respuesta
Recomendar  Mensaje 3 de 5 en la discusión 
De: Alias de MSNtonygreco7Enviado: 11/08/2008 14:46

Color Esperanza

Muchos han confesado dramáticamente: “Se me acabó el amor ...�? “Las cosas no se dieron como yo pensaba ...�? “Ya no la (lo) quiero�?... Si somos honestos, debemos reconocer que esto le ocurre a la gran mayoría de los matrimonios, tanto cristianos como no cristianos. Sin embargo, los cristianos tenemos una ventaja: tras la muerte del amor romántico, carnal, que se mueve al vaivén de los sentimientos y emociones, emerge el amor de Dios, que ha sido derramado en nuestros corazones, y que ‘nunca de dejar de ser�?

EL AMOR NUNCA DEJA DE SER

Dios nos ama; nosotros somos sus hijos, y Él, como Padre, es el primer preocupado por el estado de nuestro matrimonio. Él desea socorrernos. Proverbios 13:18 dice: “Pobreza y vergüenza tendrá el que menosprecia el consejo; mas el que guarda la corrección recibirá honra.�?/U> Muchos hijos de Dios pasan por pobrezas y vergüenzas tan sólo por no poner oído atento al consejo del Señor.

Cuando hablamos de matrimonio en la iglesia, estamos hablando de la unión de dos personas que tienen a Cristo en su corazón, y que, por tanto, han pasado de muerte a vida. Estos hombres y mujeres tienen al Señor Jesucristo como su Señor y su vida. Entonces, se puede esperar de ellos que, a medida que el tiempo transcurre, mayor habrá sido la siembra para el espíritu que para la carne.

Si el abordar el tema matrimonial, no podemos apelar a la fe y a la experiencia del creyente, entonces nos encontraríamos en el plano de la carne y de la sangre, y deberíamos acudir a un profesional que nos asista con los recursos de la ciencia humana; pero los que somos de Dios, apelamos a sus recursos, ya sea al trono de la gracia (Heb.4:16) o a la vida eterna que llevamos dentro (1ª Timoteo 6:12).

El amor de Dios vs. nuestro amor

“El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor nunca dejar de ser...�?(1ª Cor.13:4-8).

Aquí está descrito el amor ‘ágape�? el amor de Dios, el que nunca deja de ser. ¿Estará este amor muy lejos de nosotros? Romanos 5:5 dice: “El amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado.�?“Derramado�?implica abundancia. Este es un hecho divino en el corazón del creyente. ¿Qué se puede esperar de un esposo y una esposa, que son hijos de Dios, redimidos por la sangre preciosa del Cordero, en quienes habita el Espíritu Santo, el cual los conduce y los regula? Convengamos en que nuestro Dios no nos ha dado sólo unos cuantos mandamientos para nuestra conducta, sino que primeramente nos ha capacitado y vivificado por medio de su Santo Espíritu (Gál.4:6; Rom.8:9-11).

Recordemos por un momento aquel amor que se encendió en nosotros cuando nos encontramos con la persona que creímos que llenaba todas nuestras expectativas. ¡Oh, qué precioso es cuando llega el amor! Entonces nada nos importaba; no tuvimos ojos para nada ni nadie más; nos llenamos de sueños ¡hallamos al hombre (o la mujer) ideal! Vinieron cartas, citas, regalos, etc. ... ¡preciosa experiencia!

Ahora bien, aquel amor juvenil, apasionado, ciego, ¿se compara (o se asemeja) con el amor de 1ª Corintios 13? ¿Era sufrido, sin envidia, sin rencor, capaz de sufrirlo y soportarlo todo? Evidentemente, no.

Muchos nos han confesado dramáticamente: “Se me acabó el amor ...�?“Las cosas no se dieron como yo pensaba ...�?“Ya no la (lo) quiero�?... Si somos honestos, debemos reconocer que esto le ocurre a la gran mayoría de los matrimonios, tanto cristianos como no cristianos. Por tanto, que los mundanos se divorcien resulta comprensible. Difícilmente aceptarán el sufrimiento, rápidamente pensarán en “rehacer sus vidas�? Ellos no tienen al Señor en sus corazones y no tienen contemplado obedecer a Dios en ningún punto; para ellos la ceremonia religiosa no fue más que un trámite, un evento social para el ‘glamour�?... En cambio, para un esposo o esposa creyente, no está contemplado el abandonar jamás a la mujer de su juventud (Prov.5:18-19). Es una ingenuidad pensar en un matrimonio sin sufrimientos y/o conflictos de distinta especie. El que se casa debe estar prevenido y preparado para soportar y ser soportado en muchas (o muchísimas) cosas.

Un hombre en la carne (Rom.8:6-8; Gál.5:19-21) es absolutamente impotente para soportarlo o sufrirlo todo; sólo buscará su autosatisfacción. Es hedonista en esencia. Pero hablando entre hombres y mujeres que tienen viva y presente en sus corazones la realidad del “amor que nunca deja de ser�? no temeremos, pues cuando el inmaduro amor sentimental juvenil comienza a disminuir hasta morir, se levantará poderoso y firme el “otro amor�? el de 1ª Corintios 13.

Entonces vas a valorar y amar a tu mujer, porque el Señor mismo te dirá: “Marido, ama a tu mujer: El que ama a su mujer a sí mismo se ama.�?(Ef.5:25-28). No se puede pretender amar al Señor y ser despreciativo con la esposa. No puedo (o no podemos) amar al Señor, respetarlo, honrarlo, serle fiel, y no serlo con mi esposa (o con mi esposo). ¿Podemos ver que hay una gran solidez cuando llegamos a la persona y obra de nuestro Señor Jesucristo?

Nosotros con facilidad aplicamos el eterno amor de Dios a la salvación de los pecadores, a nuestra afiliación eterna al ser librados del infierno, y al participar de su gloria en el cielo. ¿Por qué no aplicarlo al matrimonio? ¿O acaso 1ª Corintios 13 no es aplicable a mi matrimonio?

Hermanos, nosotros tenemos tal amor, como ya dijimos, derramado en nuestros corazones. Nosotros proclamamos con gozo en medio de la asamblea de los santos: “La roca de mi corazón y mi porción es Dios para siempre.�?/U> (Sal.73:26). Entonces, digamos también: “La roca de mi matrimonio es Dios para siempre�?... Esto es verdad, porque ya no somos más dos. Hemos venido a ser una sola carne, y lo que es verdad para uno, también lo es para con quien soy uno. ¡Dios, el bendito Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo sostiene y sustenta nuestro matrimonio!

Hermanos, contrario a cuanto personaje público piense, nosotros concebimos el matrimonio para toda la vida. A medida que evolucione la presente sociedad donde nos ha tocado vivir, creemos que el matrimonio quedará –finalmente�?circunscrito a los creyentes. Que el mundo haga o piense lo que quiera; los santos, nos santificaremos todavía (Apoc.22:11).

Una aplicación para el matrimonio (Efesios 4:17-32)

Consideremos ahora la palabra de Efesios 4:17-32 aplicada a la vida matrimonial: Ya no tenemos el entendimiento entenebrecido, ya no se concibe la dureza en nuestro corazón. Hemos sido alumbrados por el Señor para que ahora se refleje la vida de Cristo en nosotros; es tiempo que se manifieste cuanto hemos aprendido en Él y con Él.

¿En verdad le hemos oído, y hemos sido por Él enseñados? (vers.4:21). Si no es así, entonces no nos extrañemos por tantos fracasos. Nada podemos esperar del “viejo hombre�?(4:22), pero todo podemos esperarlo del “nuevo hombre�?(4:24), que es Cristo en nosotros (Col.1:27). Si esta palabra es aplicable a la iglesia en general, ¿cuánto más lo será al matrimonio, donde verdaderamente somos miembros el uno del otro? (4:25).

Hay una “ira legítima�? un enojo repentino, a causa de cualquier situación de la vida cotidiana, que no es pecado. El Señor nos pone límite: “No se ponga el sol�?para que estas “iras�?no se acumulen hasta reventar en un conflicto mayor.

“Ni deis lugar al diablo�? Aquí se trata de abrir una puerta el enemigo de todo lo que es de Dios. El Señor nos perdone por cuantas veces hemos dado lugar al diablo. Por esto llegan aquellos enojos, rabias y enemistades; las acusaciones mutuas se multiplican, se traen a la memoria muchas cosas que la sangre del Señor ya pagó y sepultó. Esto es absolutamente ilegal e ilegítimo. Satanás se siente de alguna manera autorizado: “Ustedes desobedecieron, me dieron lugar�? Él no traerá ternura ni comprensión; viene a romper la paz, a turbar, a llenarnos de amargura y dolor. En la iglesia velamos por no darle espacio al enemigo. Los que ministran o presiden luchan porque no se les ceda terreno alguno. Pero, hermanos, la vida de la iglesia no termina en la reunión de los creyentes; no tenemos una vida matrimonial y otra eclesiástica. Llegamos al hogar con nuestra esposa, que es también nuestra hermana en Cristo. Ya hay dos reunidos en su Nombre: el Señor está aquí (Mateo 18:20). No demos, entonces, lugar al que viene para destruir. Vamos a la perfección como iglesia, pero también como matrimonio (Hebreos 6:1).

La voluntad del Señor es que seamos sustentadores de nuestro hogar (4:28), y que no sólo se suplan nuestras necesidades, sino que tengamos aun para bendecir a otros. No nos conformemos hasta que esto se cumpla en nosotros, y que haya recursos para los más necesitados y para apoyar la obra de Dios.

Nuestras palabras pueden edificar o contaminar a quienes nos escuchan. No osaríamos hablar palabras corrompidas en la iglesia. Tampoco tengo licencia para ser descuidado en el hablar cuando llego a mi casa. En este sentido, no somos libres; somos esclavos de Jesucristo para vivir siempre en Él y para Él. (Col.3:17).

No contristéis al Espíritu Santo

Otra palabra para meditar: “Y no con-tristéis al Espíritu Santo de Dios ...�?/U> (4:30). ¿Cómo está, cómo se siente esta bendita Persona entre nosotros, en mi vida matrimonial? Se trata del Espíritu del Dios vivo, el que le dio vida a la iglesia el día de Pentecostés, el que hizo maravillas con los primeros apóstoles, el que fortalece con poder en el hombre interior, nuestro Consolador, quien nos conduce a todas las riquezas de Cristo, para poseerlas y disfrutarlas.

¡Qué tremendo es esto, hermanos! Que siendo tan poderoso el Consolador nosotros le contristemos y aun lo apaguemos con nuestras carnalidades! Dios no nos hizo autómatas, Él espera que nos rindamos, que demos nuestra anuencia a su gobierno y autoridad, y que, al mismo tiempo, juzguemos la bajeza, la vileza de nuestro corazón (“Miserable de mí�? Ro.7:24). Dios nos dio su Espíritu para honra, gloria, hermosura, poder y victoria, pero nuestra vanidad y soberbia natural lo contrista. “Perdónanos, Señor, por haberte contristado; por toda ofensa y desobediencia contra el consejo de tu Santo Espíritu dentro de nosotros.�?/EM>

¿Conoce usted, hermano, la libertad del Espíritu dentro de Ud.? ¡Cómo nos inspira y fortalece! ¿Conoce usted una reunión de iglesia llena de gloria, esas que deseamos que no terminen. El Espíritu Santo gobierna todo ¡Qué glorioso! Entonces, no lo contristemos más. Que pueda desplegar toda su gracia para hacernos crecer y avanzar, así en el matrimonio habrá cada vez menos amarguras, enojos, griterías, etc. Todos estos estorbos habrán sido violentamente quitados (4:31) de los corazones que ahora están aprendiendo a vivir llenos del Espíritu Santo.

Esta sección de Efesios termina con una exhortación a la benignidad, a la misericordia y al perdón (4:32). Aplicado al matrimonio, esto es un fuerte golpe al ‘machismo�?y a la prepotencia de muchos maridos. Estas cosas le parecerán a muchos cosa de ‘debiluchos�? Pero los creyentes, los que son de Cristo, los que viven en el Señor, son capaces de humillarse y pedir perdón cuantas veces sea necesario, cada vez que tengamos testimonio de haber herido o defraudado a nuestra esposa o familia. Esta actitud les dará confianza, y serán así testigos del trabajo del Señor en el corazón del que se humilla. Sólo el carnal, el soberbio, no se humillará nunca...

¡Amados, que nuestro matrimonio sea como una ofrenda de olor fragante! (Ef.5:1-2). 

“El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor nunca dejar de ser...�?(1ª Cor.13:4-8).


Respuesta
Recomendar  Mensaje 4 de 5 en la discusión 
De: Alias de MSNtonygreco7Enviado: 11/08/2008 14:47

Cómo Fue?

Vivimos en días muy contrarios a la institución familiar. Los modelos de matrimonio y de familia que vemos hoy a través de la televisión y el cine son sólo una caricatura de lo que el Señor diseñó desde el principio, pero son los modelos que imperan en nuestra sociedad. ¿Concuerda eso con el modelo de Dios? ¿Es el antiguo orden de Dios válido para este tiempo? Busquemos la respuesta en la Palabra inspirada.

El orden de Dios para el matrimonio

En el mundo, el orden matrimonial asume diversas formas.

Existe la forma del patriarcado, en que el marido, como padre de familia, es un señor que domina y gobierna sin contrapeso, donde la esposa y los hijos le temen y son como sus siervos. También existe el matriarcado, en que la mujer es la que maneja las cosas de la casa, a los hijos y aun a su marido, sea de manera explícita o simulada. Una forma más grotesca aún suele darse en el mundo y es lo que se podría llamar filiarcado (en latín, “filius�?significa “hijo�?, en que los hijos gobiernan a sus padres, los manejan a su antojo, constituyéndose a sí mismos en el centro del hogar y haciendo de sus padres meros servidores que atienden sus caprichos.

Obviamente, ninguna de ellas es conforme al modelo de Dios. Aparentemente, la forma del patriarcado es lo que más se le parece, pero el modelo de Dios para el matrimonio no es el del patriarcado. Cuando Cristo reina y ocupa el centro en una familia, ninguno sobresale por sí y en sí mismo. No hay gritos ni lucha por el poder. Todos atienden a la dirección del Único que tiene la autoridad, y todos se rinden a Él, en la posición y el ámbito de responsabilidades que Él ha asignado a cada uno. Cuando Cristo tiene el centro, el matrimonio y la familia funcionan bien, sin discordias ni estallidos de violencia, espontánea y silenciosamente, según el perfecto orden de Dios.

¿Cuál es este orden? Dice la Escritura: “Porque quiero que sepáis que Cristo es la cabeza de todo varón, y el varón es la cabeza de la mujer, y Dios la cabeza de Cristo�?(1ª Cor.11:3). Aquí está el orden de Dios, no sólo en el matrimonio, sino también en el universo: Dios, Cristo, el hombre, la mujer. Cristo es la gloria de Dios, el hombre es la gloria de Cristo, y la mujer es la gloria del hombre. El hombre fue creado para que expresara la gloria de Cristo y la mujer fue creada como expresión de la gloria del hombre.

La posición de autoridad que el hombre ocupa se señala externamente en que lleva su cabeza descubierta; en cambio, la posición de sujeción que la mujer ocupa se señala externamente con el velo. Cuando la mujer no ora ni profetiza su cabello le sirve de velo; pero cuando la mujer ora o profetiza ha de ponerse el velo, como señal de autoridad sobre su cabeza (1ª Corintios 11:3-6).

De manera que por causa de que hay implicados hechos espirituales trascendentes, tanto el hombre como la mujer han de cuidar respetar este orden. No es un asunto de caracteres: es el orden de Dios.

A veces los maridos renuncian a tomar su lugar, por comodidad o por una supuesta incompetencia, como si esto fuese un asunto de caracteres o de capacidades naturales. Pero aquí vemos que esto es un asunto establecido por Dios, y anterior a nosotros, en lo cual está implicado el orden universal, y al cual nosotros somos invitados a participar.

Las demandas en la relación matrimonial

Consecuentemente con todo lo anterior, hay demandas para los miembros de la familia cristiana, que se pueden resumir en una sola expresión:

  •     la demanda para el esposo, es amar a la esposa*
  •     la demanda para la esposa, es estar sujeta a su esposo
  •     la demandapara los padres es disciplinar y amonestar a sus hijos
  •     la demandapara los hijos es obedecer a sus padres

Siendo el varón la cabeza de la mujer, resulta para el esposo una demanda muy fuerte que ame a su esposa, porque ello implica, además, una restricción a su rudeza natural. Por eso dice la Escritura: “No seáis ásperos con ellas�?(Col.3:19), y “Dando honor a la mujer como a vaso más frágil�?(1ª Ped.3:7). El ser cabeza pone al hombre en una posición de autoridad, pero el mandamiento de amar a su mujer le restringe hasta la delicadeza.

Hay al menos dos razones por las cuales el esposo debe ser ejemplo amoroso de quebrantamiento y humildad. Primero, por su carácter naturalmente áspero, y, segundo, por la autoridad que detenta. Junto con ponerle en autoridad, el mandamiento le limita en el uso de esa autoridad.

De modo que si su autoridad es cuestionada, no debe procurar recuperarla por sí mismo, sino remitirse a Aquél a quien pertenece.

Si Dios ha permitido que su autoridad sea resistida, entonces debe de haber alguna causa (que bien pudiera ser alguna secreta rebelión frente a Cristo), y que es preciso aclarar a la luz del Señor.

Por su parte, siendo la mujer de un carácter más vivaz, el estar sujeta es una restricción a su natural forma de ser, por lo cual dice la Escritura: “La mujer respete a su marido�?(Ef. 5:33b), y “La mujer aprenda en silencio, con toda sujeción�?(1ª Tim.2:11). No obstante, ella recibe el amor de su esposo, que la regala y la abriga.

Esto es así para que no haya desavenencia en el matrimonio. Ambos son restringidos y a la vez son honrados por el otro. Cada uno según su natural forma de ser. Porque Dios sabe mejor que nosotros mismos cómo somos, y por eso diseñó así el matrimonio. El marido representa la autoridad, pero, siendo de un carácter áspero, debe amar con dulzura; la mujer es amada y regalada, pero, siendo de naturaleza más inquieta, debe sujetarse. Así todos perdemos algo, pero gana el matrimonio y la familia, y por sobre, todo, gana el Señor.

Si el esposo ama, facilita la sujeción de la esposa. Si la esposa se sujeta, facilita el que su esposo la ame. Con todo, si ambas conductas (el amar y el sujetarse), siendo tan deseables, no se producen, ello no exime ni al esposo ni a la esposa de obedecer su propio mandamiento.

¡No hay cosa más noble para un marido cristiano amar a su mujer como Cristo amó a la iglesia! No hay cosa más noble, conforme van pasando los años, encontrarla más bella, sentir que su corazón está más unido a ella, y que ha aprendido a amarla aun en sus debilidades y defectos. Porque ya no anda como un hombre, sino que camina en la tierra como un siervo de Dios.

¡Qué dignidad más alta para una mujer la de sujetarse a su marido, no por lo que él es, sino por lo que él representa! ¡Cuánto agrada a Dios un hombre y una mujer así! Todos los reclamos, todas las quejas desaparecerían. Si el marido se preocupara más de amar no tendría ojos para ver tantos defectos e imperfecciones. Si la mujer se viera a sí misma como la iglesia delante de Cristo, si se inclinara, si fuera sumisa y dócil, cuánta paz tendría en su corazón. Cuánta bondad de Dios podría comprobar en su vida.

* Bien que la primera demanda para el esposo �?y que no deja de ser importante �?es “dejar padre y madre�?para luego unirse a su mujer. Es decir, procurar la autonomía e independencia respecto de los padres. Si esto se obedece desde el principio, el matrimonio se evitará muchos contratiempos.


Respuesta
Recomendar  Mensaje 5 de 5 en la discusión 
De: maricholEnviado: 13/11/2008 18:49
Spanish CommentsPARA MI LINDA AMIGA ...KAROL ARRAÑO AMIGAS PARA SIEMPRE
(MARISOL SAVIGNONE)

Primer  Anterior  2 a 5 de 5  Siguiente  Último 
Volver a CIBER/AMORES  Discusión anterior  Discusión siguiente  Enviar respuestas a mi bandeja de entrada 
Advertencia: Microsoft no se hace responsable del contenido de este grupo. Haz clic aquí para obtener más información.
   Establecer MSN como mi página principal